Bloqueo, Trastorno y Afliccion. (Primera Parte)

                                  "No hay árbol que el viento no haya sacudido".

                                                                             Proverbio Hindú.



En esta vida física que experimentamos en el planeta tierra; tenemos una peculiar manera para enfocar nuestros trastornos y sufrimientos; tal como decidimos interpretar nuestra "realidad".

Es complicado entender  que un día, lo que ha sido llamado la "Zona de Confort" o la zona en la que hemos impulsado nuestras expectativas vitales y nos ha mantenido, según nuestro proyecto temporal, de un modo "glorioso"; de pronto termina; y comienza un rosario de penalidades, trastornos y aflicciones ; que por más que visualicemos bellas imagenes y tratemos de recolectar nuestra "sabiduría"; para intentar explicar este extraño proceso; no hay forma que comprendamos que esta pasando.
                                                           
Enfrenté en todo el periodo 2013-2014; en el que me fue imposible escribir mis apuntes sencillos en este blog; una enorme carga de situaciones engorrosas. Como todos estos avatares han constituido una experiencia de primera mano; no tuve dudas en compartirlo, pues resultó una forma más; de interrumpir el bloqueo emocional latente en toda nuestras percepciones de dolor; y se bien que puede producir un aliento importante para otras personas que padezcan alguna condición igual o similar.

La esencia o la realidad espiritual, no solo de nuestros cuerpos físicos, sino de todos los seres; sean de la factura que sean; nos devuelve una representacion en tiempo real de nuestros sinsabores. Sin embargo el sufrimiento mantenido a través de las emociones; logran producir un bloqueo energético que martiriza nuestro vigor y convierte en nuestra realidad la sucesión obligada de mustios acontecimientos, que se van atrayendo uno al otro.
El pensamiento con sus doctrinas aprendidas al estilo de programas computarizadas; tritura persistentemente el ego, y nos impide tomar decisiones que nos trasladen a una región de cambio;  así que un evento trae consigo el siguiente, para adversidad de nuestra existencia física y nuestra salud.

Parece siniestro todo el laberinto de sucesos que empezando por el aparentemente mas sencillo -perder el empleo- se fueron sucediendo en mi vida a velocidades vertiginosas y hoy abandonando el núcleo de una enfermedad en franco proceso de destrucción por la fe, la actuación a tiempo de la medicina ortodoxa y la luz de la Creacion Divina que me protege; puedo constatar con sencillo agradecimiento, que he salido, victoriosa de estas experiencias y que tal como expresa el proverbio hindú -"No hay árbol que el viento no haya sacudido".
Muchas Gracias por acceder a mi blog.
Marta Peña

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