EXITO Y FRACASO

                        "Todo fracaso es el condimento
                          que da sabor al éxito"
                                                   Truman Capote.

Éxito y Fracaso.
                   
Las  apreciaciones  y  definiciones  que tenemos    enclaustradas    en   nuestro subconsciente, para designar el éxito  o  el fracaso, van atadas a consideraciones de la conciencia colectiva generadora de un tipo de pensamiento grupal. Estas consideraciones grupales, casi siempre tienen que ver con los dictámenes  de los  que dirigen la sociedad  en todas o en  algunas de  sus  formas, o sea,  un grupo reducido de personas poderosos de la política, u otra tendencia aglutinadora de seres humanos. que generan el  pensamiento  colectivo, en una región, época o circunstancias especificas; y este se convierte en dogma o ideología.

A lo largo de su historia; la humanidad ha percibido como persona de éxito la que posee gran cantidad de dinero o bienes. Por el contrario se relaciona con el fracaso a quienes viven con lo elemental; o en la pobreza.
Sin embargo una de las formas generalizadas para concebir el elemento <dinero>  históricamente; esta reñida con una especie de cruel y alevosa definición. De tal suerte la mayoría de personas asumen o relacionan el dinero; como algo sucio, denigrante, insano, inmundo, y hasta inmoral u obsceno. Esta extraña manipulación del pensamiento, logra opiniones generalizadas de grandes grupos de personas que expresan constantemente; que no quieren ni aspiran a tener mucho dinero porque "no hace la felicidad"

Esta negación permanente de un importante renglón económico, que deviene una fuerte energía utilizada como representante del trueque; en realidad resulta absurda; porque todos trabajamos por dinero, desde hace varios siglos; cuando fue implantado este elemento o categoría como valor de cambio, por bienes y servicios. La palabra dinero deviene de la moneda romana "denarios" entre los siglos 268 y 360 Antes de Cristo (A.C)

Con este ejemplo trato de explicar; de que modo las élites logran emponzoñar la conciencia colectiva implantando un rechazo al dinero a través de muchos mecanismo; a tal punto que ella misma lo repudia, sintiéndose culpable incluso de proferir una opinión favorable del dinero o del deseo manifiesto por la riqueza. De esta forma se cede inconscientemente su administración a manos de un grupúsculo de la población ("los exitosos") mientras la mayoría de la sociedad se convierte en (los fracasados empobrecidos) con el pensamiento colectivo de la "suciedad" que representa tener dinero,
No hay duda que con esas ideas de negación y rechazo;  el dinero desaparece.

Billete de $100.00 dolares Norteamericanos
Imagen de Benjamín Franklin

Veamos las definiciones de los términos éxito y fracaso:
ÉXITO: Resultado en general feliz de una empresa o acción emprendida, o de un suceso.                      
FRACASO: Resultado desfavorable en una cosa, que se pensaba iba a ir bien. Suceso adverso e inesperado.

Sin embargo la relatividad de estas definiciones están relacionadas con opiniones que se generalizan en una etapa, época o región; y no responden exactamente a la realidad, porque simplemente forman parte de momentos circunstanciales y por supuesto dependen exclusivamente de la mente y de la forma de reaccionar de una persona en función de su manera de vibrar negativa o positivamente ante un hecho o evento.

Sin duda somos los hacedores de nuestra "realidad" por medio de las decisiones que pongamos en efecto, los pensamientos generatrices del proceso y las acciones que tomemos para llevar a cabo nuestros proyectos y sueños. 


Por esta razón cuando uno de nuestros planes nos resulta desfavorable o adverso, o sea "un fracaso", ese es el momento divino para realizarlo todo nuevamente pero en el derrotero contrario, porque el modo de cortar el fracaso de raíz; es percibirlo como el aprendizaje necesario que nos llevará por el camino correcto. Tal como expresó el gran escritor Truman Capote: "Todo fracaso es el condimento que le da sabor al éxito".

No temamos a las palabras, ni a las definiciones avinagradas de la negatividad. Llenemos de alegría nuestro corazón para acceder prestos y libres en busca de nuestros sueños, porque nuestro espiritu emprendedor y creativo merece ir acompañado por un pensamiento fresco, que sepa resurgir de las caidas, reinventado su mundo de fe y esperanza.

Dejo estas reflexiones a su consideracion y percepción 
Con afecto.
Marta Peña.

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