LOS MENSAJEROS DE LA PAZ

                       "La paz esta en cada paso.
                         Este reluciente sol rojo es mi Corazón.
                         Cada flor sonríe conmigo.
                         Que verdes y frescos son estos campos.
                         Que cálida es la brisa.
                         La paz esta en cada paso.
                         Sigue la infinita senda de la alegría".

                                                     Thich Nhat Hanh.



Los pilares distintivos en los que descansan nuestros mas sagrados valores espirituales, están anclados en la sincronización de la paz; porque paz no es un estado de no guerra, sino la auténtica manifestación del ser que se proyecta o exterioriza, por medio de los diferentes roles que experimentamos en la vida física.

La paz esta en nuestro interior, en el legítimo enlace que tenemos con la naturaleza, el planeta y el Universo en general; y en la concordia lúcida de nuestra conciencia individual y colectiva; con la conciencia universal.

Nuestro Ego (figura consciente e inconsciente con la que bregamos en Tercera dimension como arma de supervivencia); nos identifica con títulos, creencias o zonas geograficas de nacimiento; sin embargo el alma reconoce en el silencio de nuestro Corazón; la cálida bienvenida que cada día recibimos de la vida, en la que tenemos la dicha de existir físicamente.

El goce de la existencia, nos hace percibir el murmullo acariciante de las aguas azules del río; nos devuelve la mágica sinfonía de las aves matinales; nos abraza apacible en la suave brisa arrulladora.
Ahí esta la vida; en el instante que respiramos, observamos y nos regocijamos de vivir. En el momento en que comprendemos que también somos la armonía, la cadencia, la alegría y la luz.

Somos la energía concentrada de la experiencia física de la Creación Divina; y teniendo el privilegio de un infinito potencial creativo; una estructura física, mental, y espiritual  original; un despliegue fascinante de Buena voluntad y júbilo; debemos reivindicar nuestro cometido olvidado y llevar a nuestro Corazon; la grandiosa satisfacción de ser, los Mensajeros de la PAZ.

Un saludo especial a todos, queridos amigos y amigas.
Con todo afecto.
Marta Peña

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