EL ESPIRITISMO. CONCEPTOS GENERALES Y OBRAS FUNDAMENTALES. TERCERA PARTE
EL ESPIRITISMO. CONCEPTOS GENERALES Y OBRAS FUNDAMENTALES.
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Nota:
Conceptos
Los principios del espiritismo contenidos en sus obras fundamentales son:
- La existencia y unicidad de Dios como primera causa inteligente. Dios es eterno y, por tanto, perfecto hasta el infinito.
- La existencia de espíritus, seres individuales creado por Dios, sempiternos, con predisposición hacia la inteligencia, aptitud que desarrollan al evolucionar. Para encarnar en un mundo material, el espíritu se une a un cuerpo físico por medio de su periespíritu (envoltura cuasi material que rodea al espíritu).
- Comunicabilidad espiritual (mediumnidad): el ser humano, denominado también alma o espíritu encarnado, puede comunicarse con espíritus desencarnados (entre ellos, espíritus correspondientes a fallecidos terrestres) a través de algún médium. El ejercicio medianímico requiere un cuerpo material, por lo que solo los encarnados pueden ser médiums.
- Ley de causa y efecto: el mecanismo de retribución ética universal a todos los espíritus, según la cual nuestra condición actual es el resultado de nuestros actos y decisiones pasados. La purificación de una falta se realiza mediante el arrepentimiento y la expiación necesaria para la corrección.
- Reencarnación: es el proceso natural que permite al espíritu volver a encarnar como humano con el fin de evolucionar (sea para perfeccionarse en virtudes, para expiar faltas pasadas, para ayudar a sus semejantes a progresar, etc.). Por evolución intelectual, el humano solo puede reencarnar como humano, pero tanto hombre como mujer.
- Dinamismo en la vida espiritual: los goces o penas relativos después de desencarnar los determina el estado de la conciencia del individuo, concibiendo su porvenir en algún mundo afín a su estado vibratorio. Aun así, el ser tiende a la felicidad eterna por la misma eterna evolución que va desarrollando.
- Pluralidad de mundos habitados: la Tierra no es el único planeta con vida en el universo. El espíritu encarna en diferentes planetas, progresando en todos los aspectos.
- Responsabilidad individual: el estado de la vida presente del ser es debida únicamente a sí mismo. El mismo espíritu es quien, antes de encarnar, elige las pruebas y circunstancias por las que pasará, consolidando así la ley del libre arbitrio. Dios no establece premios o castigos individuales, pero sí leyes universales desde la eternidad.
- Igualdad espiritual: Dios no privilegia a ningún espíritu, creándolos a todos simples e ignorantes, pero destinados invariablemente a la perfección, con aptitudes idénticas para el bien o para el mal según su libre albedrío.
- La conciencia como libro de vida: Las decisiones buenas solo surgen del sentido común dictado por la conciencia junto a la inteligencia, esto es, las intenciones verdaderas de bien común.
- Universalidad de la filosofía: La relación humana-espiritual no necesita ninguna mediación institucional. Una espiritualidad natural es suficiente e incluso más apropiada para la realización del ser. Por ello, el espiritismo carece de rituales, culto, templos o personas con privilegios religiosos.
Nota: Jesús de Nazareth es considerado, aunque humano, el mayor modelo a seguir por su legado moral.Su desnaturalización divina lo define merecedor de su evolución por medio de su propio esfuerzo, condición necesaria a todo espíritu para progresar. De hecho, cualquier espíritu que refleje una gran vida moral, puede considerarse ejemplo a seguir (Sócrates, por ejemplo).
Obras básicas
Los historiadores Henri Sausse, Francisco Thiesen y Zêus Wantuil coinciden con lo dicho por el codificador Allán Kardec, el cual afirmaba no haber sido el autor intelectual de la mayor parte de lo contenido en las obras básicas. Recibió en 1855 de Carlotti y de un grupo de seguidores, de distintas partes del mundo, 50 cuadernos conteniendo relatos de experiencias y comunicaciones mediúmnicas diversas, obtenidas a través de diversos médiums, de almas que se decían personas muertas. Allán Kardec analizó, ordenó y completó, con la información concordante obtenida de los espíritus «a través de diversos médiums, desconocidos entre sí, y en distintas partes del mundo», organizando estos trabajos en cinco obras, consideradas básicas para el espiritismo.
Los espiritistas reconocen a Allán Kardec como el codificador de la doctrina espiritista, no como el creador de la misma. Los espiritistas consideran que los autores de la mayor parte de los textos espiritistas no han sido los médiums, sino los propios espíritus de personas muertas (que los espiritistas llaman «personas desencarnadas»).
Las cinco obras básicas, conocidas como «Pentateuco kardequista», son:
«El libro de los espíritus»
Primera edición: 18 de abril de 1857
En la primera página se lee: «Contiene: los principios de la doctrina espiritista. Sobre la inmortalidad del alma, la naturaleza de los espíritus y sus relaciones con los hombres, las leyes morales, la vida presente, la vida futura y el porvenir de la humanidad, según la enseñanza dada por los espíritus superiores con la ayuda de diversos médiums. Recopilada y puesta en orden por Allán Kardec».
Este libro se ordena en forma de preguntas y respuestas abarcando los más diversos temas con sus 1018 preguntas.
«El libro de los médiums»
Primera edición: enero de 1861
En la portada se establece su contenido: «Guía de los médiums y de los evocadores. Contiene la enseñanza de los espíritus sobre la teoría de todos los géneros de manifestaciones, los medios de comunicarse con el mundo invisible, el desarrollo de la mediumnidad, las dificultades y los escollos que se pueden encontrar en la práctica del espiritismo. Continuación de El libro de los espíritus, por Allán Kardec».
Esta obra trata de las manifestaciones espiritistas y de los médiums, por tanto, de la parte fenoménica del espiritismo, y lo caracteriza como «ciencia» de observación que analiza las relaciones entre el mundo corpóreo y el mundo invisible o espiritual.
«El Evangelio según el espiritismo»
Primera edición: abril de 1864
«Contiene la explicación de las máximas morales de Cristo, su concordancia con el espiritismo y su aplicación a las diversas posiciones de la vida».
En su contratapa de la edición moderna (2001) se lee: «Esta obra define la esencia religiosa de la doctrina espírita, como verdadero cristianismo, restaurado por la interpretación que los espíritus dieron a los textos evangélicos. Ella muestra el poder del amor en las más diversas situaciones de la vida, cuando dejamos que ese sentimiento divino guíe nuestras manos y nuestros pasos, para servir al prójimo, resultando de ello que todo se equilibre a nuestro alrededor».
«El cielo y el infierno»
Título original: El cielo y el infierno o la justicia divina según el espiritismo Primera edición: agosto de 1865
«Contiene: El examen comparado de las doctrinas sobre el tránsito de la vida corporal a la vida espiritual, las penas y las recompensas futuras, los ángeles y los demonios, las penas eternas, etc., seguido de numerosos ejemplos sobre la situación real del alma durante y después de la muerte. Además entre otros como la revista espírita y algunos otros literarios en su doctrina espiritista».
¿Cuál es el destino del hombre después de la muerte física? ¿Cuáles serían las causas del temor a la muerte? ¿Existen el Cielo y el Infierno? ¿Merece crédito la antigua creencia en los ángeles y demonios? ¿Cómo procede la justicia divina? Éstas y otras cuestiones relacionadas son debidamente esclarecidas, en la primera parte de esta obra, a la luz de la lógica y de las enseñanzas de los espíritus. En la segunda parte, titulada «Ejemplos Kardec» registra numerosas comunicaciones de espíritus: clasificados por categorías, tales como: felices, sufridores, arrepentidos, endurecidos y suicidas- que ejemplifican la doctrina expuesta anteriormente.
«La Génesis»
Título original: La génesis, los milagros y las profecías según el espiritismo.
Primera edición: enero de 1868.
Trata asuntos como: Dios y la visión de los hombres sobre su existencia y naturaleza, la Providencia divina, el bien y el mal, el espacio y el tiempo, la formación de los mundos, la génesis orgánica y la génesis espiritual, los milagros y su explicación, la superioridad de la naturaleza de Jesús y la desaparición de su cuerpo, y muchos otros asuntos.
Historia
Antecedentes
Desde la Antigüedad la humanidad ha creído posible comunicarse con los espíritus de los muertos.
Durante la Edad Media,la creencia de que los espíritus regresaban al mundo de los vivos multiplicaron los cuentos de fantasmas. En Hamlet, el dramaturgo William Shakespeare presenta al fantasma de un rey asesinado que regresa para solocitar venganza al protagonista, su hijo. Ese tipo de aparición presenta una práctica propiamente espiritista para establecer la comunicación con los muertos.
El espiritismo en el siglo XIX
En el año 1854, en París, Francia, el espiritista Allán Kardec se dedicó al estudio de fenómenos paranormales, en particular, a las manifestaciones de las «mesas giratorias». Las explicaciones de las causas de estos fenómenos, al igual que el sistema filosófico, sentaron las bases del espiritismo.
Sus investigaciones fueron la base de la publicación en el año 1857 de El libro de los espíritus. Este volumen supone el comienzo del movimiento espiritista contemporáneo. En los años siguentes, Kardec publicó numerosos libros. En el 1858 fundó la Revista Espírita, de la que fue director hasta 1869 (año de su muerte).
Muchas personas abrazaron el espiritismo en Europa y en los Estados Unidos como una explicación lógica de la realidad, incluso de temas relacionados con la trascendencia, como Dios y la vida después de la muerte. Miles de sociedades espiritistas fueron creadas en ambos continentes, y en algunos países como España, el espiritismo fue candidato a integrar los programas regulares de segunda enseñanza y de las facultades de ciencias, y de filosofía y letras.
El texto principal, más completo e importante sobre la historia del espiritismo se encuentra en el primer capítulo del libro publicado por la Academia Puertorriqueña de la Historia, obra del historiador puertorriqueño Dr. Gerardo Alberto Hernández Aponte, que se titula El espiritismo en Puerto Rico: 1860-1907. Una obra medular, enciclopédica, de consulta obligatoria y de partida para cualquier estudioso que desee conocer la historia del movimiento en Francia, su expansión por España y Latinoamérica, así como sus antecedentes en Estados Unidos.
En España uno de los grandes pioneros del Espiritismo fue Luis Francisco Benítez de Lugo y Benítez de Lugo, VIII marqués de la Florida y X señor de Algarrobo y Bormujos, el cual realizó una presentación de una proposición de Ley para la enseñanza oficial del Espiritismo, dándo lectura al mismo el 26 de agosto de 1873.
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